¿Qué Son los Trastornos de la Personalidad y Cómo Pueden Afectarnos?
- Lola Díaz

- 7 nov 2024
- 2 Min. de lectura
A veces conocemos a alguien, tal vez un amigo, familiar o compañero de trabajo, que parece tener una forma de ser que desafía lo que muchos considerarían "normal". Quizás es alguien que se muestra excesivamente desconfiado, busca siempre la atención de los demás o tiende a ver el mundo desde una perspectiva muy distinta. Todos tenemos nuestra propia manera de ser, pero en algunos casos, ciertos rasgos de personalidad pueden volverse rígidos y llegar a causar malestar en la vida cotidiana, afectando nuestras relaciones y nuestra adaptación social. Aquí es donde entran en juego los llamados trastornos de personalidad.
Los trastornos de personalidad se refieren a patrones de pensamiento y comportamiento duraderos que, en lugar de ayudarnos, suelen complicarnos la vida. No es tanto el hecho de tener un estilo particular de ser, sino las consecuencias que puede tener en nuestras relaciones y en nuestro bienestar. Estos trastornos se clasifican en tres grupos:
Grupo A: Personalidades más "excéntricas"
Paranoide: Personas con una desconfianza extrema, a menudo pensando que los demás tienen malas intenciones hacia ellas.
Esquizoide: Aquellos que prefieren estar solos, sin interés en establecer relaciones sociales.
Esquizotípico: Personas con pensamientos y conductas inusuales, creencias casi mágicas, y una forma de vestir o actuar algo excéntrica.
Grupo B: Personalidades "dramáticas" y con emociones intensas
Antisocial: Personas que pueden ser manipuladoras, irresponsables, y actúan con indiferencia hacia los sentimientos de los demás.
Límite (Borderline): Con emociones inestables, dificultad para definir quiénes son y fuertes sentimientos de vacío.
Histriónico: Personas que buscan constantemente atención y son muy expresivas o dramáticas.
Narcisista: Con un sentido exagerado de autoestima y una necesidad de ser admirados.
Grupo C: Personalidades "ansiosas" y controladoras
Evitación: Personas con baja autoestima y una sensibilidad extrema a la crítica.
Dependiente: Aquellas que sienten una gran necesidad de apoyo y afecto, y tienden a ser sumisas.
Obsesivo-compulsivo de la personalidad: Perfeccionistas al extremo, formales y a veces poco flexibles.
Si bien estos términos pueden sonar duros, es importante recordar que se trata de patrones de comportamiento que pueden trabajarse y que muchas veces responden a experiencias previas o a maneras en las que hemos aprendido a lidiar con el mundo. Para algunas personas, estos rasgos pueden llegar a un punto donde es necesario un apoyo profesional para reducir los efectos negativos que tienen en su vida y sus relaciones.
A veces pensamos en estos trastornos como algo extremo y separado de lo común, pero también podemos verlos como una expresión más intensa de rasgos de personalidad que, en algún momento, pueden necesitar acompañamiento. En este camino, la terapia puede ser una forma de alivio y apoyo, ayudándonos a modificar patrones que, de otra forma, continuarían causándonos dificultades.




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